jueves, 28 de enero de 2010

La historia que había que contar




Me parece que para contar algunas historias es mejor dejar que el tiempo pase y que nos de una perspectiva distinta, un poco más desahogada, sobre todo si los episodios han sido complejos, oscuros y dolorosos. Pues bien, ya pasó tiempo más que suficiente para contar esta historia, no obstante el carácter patológico y enfermizo de algunos de los involocrados (as) será necesario contarla de un modo "especial", por decirlo de algún modo.

Dicho lo anterior, aquí la historia, que a estas alturas parece una historieta y sus protagonistas patéticos comic de cuarta...

Ella lo conoce a él a través de un "programa" para hablar por teléfono en internet. Nada del otro mundo, algo cotidiano que no revierte mayor trauma. Pasan los días y luego de conversar muchas cosas que no tienen importancia, los dos acuerdan conocerse IRL (In the Real Life). Durante las conversaciones jamás hablaron de su vida privada, sino más bien de trabajo, contingencia política, los colegios a los que habían asistido y algunos viajes. Pues bien, un día en la media tarde, entre reuniones, se juntan en un café en Sanhattan. Ninguno de los dos queda muy impresionado con el otro, pero "tienen onda", se caen medianamente bien. Lo que los dos no saben en ese momento es que sus propias soledades y sus carencias les jugarían una pésima pasada en el futuro. Pero en ese momento no hay tiempo para razonar mucho, es un café a la luz de la tarde, rodeados de gente, qué malo puede tener.
Y aquí me detengo....sabemos cómo empiezan las cosas, jamás como terminan, y además, dicen que todo termina del mismo modo que empieza, es decir que el fin está encerrado crípticamente en el comienzo...

Se despiden tímidamente con un "hablemos..." casi al unísono, pero sin mucha energía. Está entrando el invierno, quizás los dos intúyen que ese invierno será más complejo y doloroso que cualquier otro que hayan vivido.

Pasan los días, y sólo un par de líneas por internet los conectan. Siguen sin contar de sus vidas privadas, matieniendo un extraño suspenso, como pensando que si contaran algo más, el otro desaparecería como por arte de magia. El secreto que los dos gurdan permanece oculto por dos meses en total.

La segunda vez que se ven es más tarde que la primera. Serán las 20:00 cuando se juntan en un restaurante español en Providencia. Ella no toma, él tampoco. Algunas tapas y la conversación se destapa. "tienes hijos?", pregunta lógica que cualquiera le haría a un hombre de 40 años. La respuesta no tarda, aunque en realidad ha tardado 2 meses, porque si ella lo hubiese preguntado antes, estas tapas las estaría comiendo otra pareja, quizás con más futuro que ellos.

"Sí, tres". Escueto, conciso, él quisiera seguir callando, porque en esta oportunidad la encuentra más atractiva e inteligente con unos preciosos ojos verdes y un segurente escote, en ese momento no la quiere perder.

"Viven contigo o con su Mamá?", la pegunta es de adolescentes, cómo preguntar semejante estupidez...., pero había que hacerlo, para no hacer la pregunta obvia, como si todo fuera un juego de falacias.
"viven conmigo....", silencio...y sigue.." y con su mamá...". Ella sólo sonríe, y le dice "eres casado!", Bingo!, cómo no lo advirtió antes!, él es casado y muy casado, y por cierto castrado y amarrado hasta la sepultura de su mujer y su locura, que más tarde "ella" entendería que era una locura compartida en la que "ella" entró a jugar un rol necesario para que "ellos" siguieran juntos por toda la eternidad.

Al terminar su segunda cita se quedan un rato en el auto de ella. La mujer de él llama 10 veces por lo menos, él argumenta "es así, es loca, llamará cien veces, pero no importa, después se le pasa...". Ella no repara en lo patético del argumento, en lo chueco de este hombre que deja tan mal a su mujer con otra que apenas conoce...esa señal sería una que "ella" hubiera deseado ver con claridad desde el principio. una persona que traiciona, traicionará a cualquiera, le da lo mismo, sobre todo si es a su mujer, a la madre de sus hijos....cóm no traicionarla a "ella"?.

Pasa el tiempo y los dos van necesitando al otro.
"ella" acepta ser "la otra" en tanto él le jura y re jura que dejará a su mujer, que no la soporta y que la vida con ella es un infierno.
¡Vaya guión conocido!, esto estaba sacado de un manual, pero "ella" no veía porque sus carencias de cariño se fundían con las de él en un "no estamos solos" que los hacía obviar todo, para los dos, no sólo para ella.

Pero como dije, las señales siempre estaban ahí. Un día y sólo porque sí, ella le pide a un amigo de un banco que le diga "quién es" él en términos financieros.
No lo hizo pensando en que tuviera dinero, sino había algo raro, algo que a ella no le cuadraba. Pues ahí estaba.
El estaba repleto de deudas que no parecían responder a las que tenermos todos o a las que puede tener una persona que ha hecho un mal negocio, sino a esas que hace la gente con deliverción y que la justicia, por una extraña razón no puede tipificar como estafas. Ella lo cubre, cree que todo es por "su mala suerte en los negocios".Pobrecita, esta era la señal más potente para alejarse corriendo de este hombre.

Al correr de los meses todo se complejiza. La mujer descubre correos y lo encara, él niega tener nada con "ella", a quién en este momento podríamos llamar "la puta", ya que la mujer le otorga este título sin en toda la vida haber cobrado por sexo...pero así es la cosa. Algunas mujeres se obsesionan con las amantes de sus maridos, responsabilizándolas por todo, sin entender que para bailar tango se necesitan dos, y que este hombre no era cuadrapléjico, y que nadie lo forzó a hacer lo que hizo, si lo hizo fue porque tenía razones y ganas.
Pero todo esto no existe a los ojos de una mujer traicionada, y menos cuando esa pobre mujer ha sido traicionada en reiteradas oportunidades. Porque...en algún momento de la historia "ella" se da cuenta que esta no es la primera vez que "él" tiene un affaire....según él es la segunda, pero convengamos que el que declara dos, es porque tiene otras dos en la maleta, no?

La muejer enloquece y él actúa a la altura de su calidad humana...le miente varias veces hasta que la mentira no da más y revienta. En ese momento "ella" ya había decidido no tener nada con él, pero tiene que reaccionar cuando "la mujer" se apersona en su casa dejándole ropa rota y acosa por internet a sus hijos. Este episodio "ella" jamás lo perdonará, porque sea como sea, él le debía algo de respeto y no fue capaz de advertirle de las cosas que su mujer estaba planeando, en consecuencia a que él sabía de todo.
Al final él estaba jugando a dos bandas, mintiendo para mantener algo que era ilusorio, algo sucio por todos lados.

El epílogo?. El hombre vuelve a su hogar junto a su mujer y a sus tres hijos y promete para siempre fidelidad y lealtad. Tanto así que transa que su mujer le revise su celular, sus cuentas de correo, todo. Por qué?, se pensará que era por amor, que él se dió cuenta que amaba a su mujer. Puede ser, no negamos que esa sea una opción, pero la más lógica es otra.

El no tiene propiedades ni nada a su nombre, todo está a nombre de su mujer y de una sociedad (una de varias) que tiene con el padre. Entonces, qué prefiere?, quedarse con ella, seguir en lo que ha estado por siempre y que su mujer lo ayude a pagar los juicios en los que está metido.
Eso es todo.
Así de simple.
Billetera mata a heroína, podríamos decir.
Pero todo es para mejor.

ELLA tenía claro al final de la historia que él era de esos hombre despreciables a los que más vale tener lejos, porque a donde van llevan la peste y el dolor. Su mujer es igual que él, una mujer fea por dentro y por fuera que le tapa todo lo que hace y se regocija pensando que ganó...me encantaría saber qué ganó porque con ese tipo de hombre al lado lo único que puede hacer una mujer que se precie de tal es perder, y todos los días.
Pero ha sido así.

Están perdiendo lo poco y nada que tienen en términos malteriales. Están juntos y en apareciencia (cosa de la que viven) felices. Ella?, feliz de haberse librado de semejante monstruo y con muchas cosas por hacer que jamás hubiera podido hacer con un hombre así al lado. De amor?, ella?, claro que bien, muy bien, porque no hay mal que por bien no venga y a mi querida amiga le llegó justo lo que ella quería y en el momento preciso.

Las historias tristes pasan, las llenas de alegría dejan mucha más huella en el corazón.

Leonor
A mis amig@s que saben que un amor de verdad está reñido con la mentira.

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