Se que sonará un poco "soberbio" esto de atribuirme el "poder" de dar consejos para la vida...pero, son más que nada una resultante de mi vida, de la vida de los otros y de tanta cosa que uno estudia, lee, ve y oye...un compilado de ideas que pueden o no servirle a otro (a). Recuerden que dos enfermos de la misma enfermedad, con el mismo tratamiento no se recuperan igual, de hecho uno puede morir y el otro no.
Son tantas las variables que nos hacen distintos que sería imposible enumerarlas.
No haré apología de ideologías o pensamientos extremos, por lo que este texto estará exento de los "no tomes", "no fumes", "no...., lo que sea.
Ahí les va....
1º FE. Sin pensar en religiones en particular o en plural, tener FE siempre ayuda. Es más un "acto de acción hacia la esperanza" que algo místico o religioso.
Tener Fe, es simplemente creer en que las cosas pueden ser mejor, y en que todos somos capaces de mejorarlas, a pesar de los pesares.
Me gusta la imagen del Marino. Parte a la mar armado de su experiencia y de sus ganas de surcar los mares, si toca tormenta o sólo días de sol y calma, es irrelevante, el marino de tomo y lomo, sabrá sortear lo bueno y no tan bueno que le depara Neptuno (Poseidón). Es decir, pone en el "uno mismo" la FE, y no en el (la) mar. Es EL marino el que está preparado, no el (la) mar.
La FE, creo, debe estar puesta en nosotros mismos y en nuestras capacidades creadores. En este sentido el "Si Dios quiere...", no tiene cabida. Y pensemos que como dicen Dios habita en cada uno de nosotros, por lo que si nosotros queremos...Dios también querrá.
2º Equilibrio.
"Deme un punto de apoyo y moveré el mundo", Arquimedes inventor de la palanca. Qué tal?, no es sólo física, es sentido común, el más escaso de todos los sentidos. Encontrar el equilibrio en todo, es una meta, un objetivo de vida que reordena todo como por arte de magia. Encontrarlo no es fácil, pero su sola búsqueda es lo mejor. Ese punto de apoyo, no está afuera (remítase al punto número uno), está adentro, no en el hígado o en los riñones, en el alma misma, en nuestra escencia, en aquello que es "invisible a los ojos", como diría el Principito, en lo "fundamental". Pero...aquí va, es doloroso, encontrar el equilibrio es puro dolor, como dicen los gringos "no pain no gain", es así, hay que sufrir. Sin afanes masoquistas, con fines exploratorios. Entrar y mirarse de frente, decirse las cosas a uno mismo, sin censura, desgarradamente, nada es mejor y nada es más doloroso. Es enfrentarse a nuestros fantasmas, es tomar té con nuetsros monstruos de niñez, juventud, adultez, vejez y muerte. Es morir un poco y renacer con ganas de correr más rápido y más lejos. Es respirar hondo y con ansias, es tener claridad del eje que mueve y soporta nuestras vidas.
3º Amor. No es de siútica, es verdad. El amor, genera que nuestro cerebro secrete serotonina, dopamina y betaendorfina, puros neurotransmisores que nos hacen más felices y más "lindos", claro, el pelo brilla, los ojos se iluminan, la sonrisa resplandece, todo eso es amor, nada más que amor. El que no ama, va muriendo de a poco, se vuelve opaco, débil y solo. El amor fortalece, robustece el alma y se nota, se comparte, es democrático y contagioso.
4º Soñar. Si no sueñas eres una cucaracha, eres lo peor. Tenemos que soñar, no sólo dormidos, también despierto, "nos" tenemos que soñar, como decía una campaña de BBDO "Si nunca lo soñamos, nunca será realidad" a propósito de una clasificación al mundial (y sí clasificamos).
Soñar da alas, como Red Bull (je), te hace libre de verdad, te hace mejor y superior. Los débiles de espíritu, los mezquinos y apegados a lo material (en forma enfermiza, no me lean mal), no sueñan, sólo hacen y hacen y se transforman en depredadores de los sueños de los otros. Nunca dejen que otro se devore tus sueños....
5º Tocar. La piel es nuestro órgano más extenso y expuesto. Está ahí para hacernos sentir todo lo que queramos. Tocarse en todos los sentidos tiene sentido. Tocar para aliviar el dolor de otro, para excitarlo, para decirle que nos importa....saciar el "hambre de piel" (Frase de Gustavo Becker Bello). Tocar es entrar en el otro sin barreras, sin caretas o poses. Tocar te devela, sabrás cómo está el otro sólo con darle la mano. Tocar, tocar, que el mundo se puede acabar.
6º Hacer el ridículo. El que nunca ha hecho el ridículo, es lejos el más ridículo de todos. Enfrentarse a la gente que uno no conoce y decir una locura, ver sus reacciones, exponerse al máximo y seguir adelante...wow!, lo mejor!, te saca "cuero de chancho", te da perspectiva, te hace verte como eres de verdad...así, pequeños un poco ridículos, nada mejor que ponernos a prueba en las lides del ridículo.
7º Cantar. Yo desafino hasta para llorar, de hecho el timbre de mi casa desfina cuando lo toco....pero mi hijo menor, Don Borja, una vez me dijo: "la gente que canta es más feliz" (cumplió este 5 de febrero 4 años). Nada más cierto. Canto sola, caminando o acompañada, canto por dentro (hay que respetar los oídos de los otros), pero canto y me gusta escuchar que otros cantan. Canta alto y fuerte, es una delicia, sólo comparable con un buen chocolate y con....bueno, también.
8º Enójate. Me enojo, me da rabia. La rabia moviliza, aumenta la temperatura de la sangre, te sumerge en la adrenalina, te hace sentir. Si no te enojas....bueno, puede ser que haya gente (ZEN) que nunca se enojen. A mi, me gusta enojarme, no lo busco, pero cuando pasa me desahoga.
Catarsis de neurosis, una buena puteada, unos garabatos al viento, una patada en la muralla, un puñete a un cojín, qué importa, un poco de rabia bien liberada a nadie le hace mal...además, estoy segura que aumenta el carácter.
Bueno....hasta aquí llego por ahora...qué tal?
Leonor
A los que quieran dar sus datos...les dejo extendida la invitación.
