domingo, 16 de septiembre de 2007

MAMÁ



















No llegué a su útero. No me alimente de su leche. No comparto información genética de primera mano con ella. Pero...y como en todo hay peros...crecí en su corazón. Me alimenté de su espíritu y un día cuando la primavera se acaloraba por la llegada del verano, un 17 de octubre de 1967, llegué a ella. Me acogió, porque me había esperado. Deben haber sido varias vidas las que tuvimos que vivir para estar juntas. Debe haber pasado mucho tiempo antes de estar preparadas para vivir esta vida. Es mi Madre, mi MAMÁ, mi Mami....la AL....mi vieja linda. La mujer de las mermeladas de damasco, de las canastas los días miércoles. Esa, la de los perfumes, de los cosméticos, de la última moda, de las revistas de belleza, la de 100 años de soledad. Mi mamá. La que me acompañó cuando la muerte me quiso llevar, y entre desvelos y llantos ella me agarró, para no soltarme jamás. Mi madre, ella, nunca me entragaría, a nada ni a nadie.
Me abraza, me hace "esquiadores" en los brazos y entona canciones en inglés. Recita el Mio Cid campeador y recuerda como ayer el día en que me tuvo por primera vez en sus brazos. Me ha cuidado y protegido; me enseñó a amar y a respetar; me dió una familia, un lugar donde crecer, me regaló hermanas y un padre...me dió los atardeceres en la playa, sus historias en la Unión....y sus amores de adolescente con mi Papá.
Cómo decirle a mi Mamá cuánto la amo, cuánto le agradezco. No puedo escribir esto sin estallar en lágrimas, sin recordar aquel momento que siendo niña, muy niña, la vi en la cocina (debe haber estado haciendo una torta, un pastel o la comida del día) la miré y sentí que era el momento de decirle Mámá. No se si ella lo recuerda, pero yo lo siento como si fuera hoy mismo. MAMA, dos sílabas para una palabra que es un título de por vida. Mi Mamá se lo gánó, no lo heredó, no se lo regalaron, ella es mi MAMÁ, y lo será siempre.
Y se, porque créanme que lo se, que en la próxima vida volveré a buscar la forma de llegar a ella...por otro útero, por otras manos, pero llegaré...mi Madre me tendrá por la eternidad junto a ella.
Si tan sólo pudiera encontrar las palabras precisas como para decirle cuánto la amo, cuánto quiero que me perdone no verla más seguido....
MAMÁ TE AMO.
LEONOR

Mis HIjos




Aquí están. Mis dos maravillosos hijos.

Tomás Martín Ugarte Alonso, tiene 16 años. Nació el 29 de noviembre de 1990, en la Clínica de Reñaca. Una de las guaguas más lindas en la historia de la humanidad!....rubio, de ojos celestes, se ha convertido en un hombre honesto, sincero y bueno...además de muy buenmozo...qué más pedir?!

Borja Armando Ugarte Alonso, tiene 3 años. Nació el 5 de febrero del 2004, en la Clínica Alemana. Un pajarito, flaco, con mirada penetrante.La noche que nació no dejé que se lo llevaran y estuve sin dormir...me quedé mirándolo una y mil veces...no podía creer que realmente uno puediera amar de una forma tan intensa a dos personas. Él y Tomás, mis grandes amores...causa y efecto del amor.